El alta médica y el alta laboral son dos términos que a menudo se confunden, aunque tienen significados diferentes. A continuación, se describen las diferencias entre ambas y qué hacer si se recibe un alta médica pero aún se sigue enfermo.
El alta médica se refiere al momento en el que el médico que ha estado tratando a un paciente considera que ya ha recuperado su salud o que ha alcanzado un estado en el que ya no necesita tratamiento médico adicional. En este caso, el médico da de alta al paciente y se le permite regresar a sus actividades normales. Por tanto, el alta médica no significa necesariamente que el paciente se encuentre completamente recuperado, sino que ya no necesita tratamiento médico adicional y puede continuar su proceso de recuperación en casa.
Por otro lado, el alta laboral se refiere al momento en que el paciente puede volver a trabajar después de una enfermedad o accidente. El alta laboral es emitida por el médico, pero en este caso, el médico evalúa la capacidad del paciente para realizar su trabajo y determina si es seguro para él o ella regresar al trabajo.
Es importante tener en cuenta que un alta médica no implica necesariamente un alta laboral. Aunque un paciente pueda ser dado de alta médica, es posible que todavía no esté en condiciones de volver a trabajar. En estos casos, el médico puede indicar que el paciente necesita más tiempo para recuperarse antes de poder regresar al trabajo.
Si un paciente recibe el alta médica pero todavía se siente enfermo o no se encuentra completamente recuperado, es importante que consulte con su médico para determinar si es necesario un tratamiento adicional o si debe esperar más tiempo antes de regresar a sus actividades normales o al trabajo. En algunos casos, el médico puede decidir emitir un certificado médico que indique la necesidad de un tratamiento adicional o un periodo de descanso antes de regresar al trabajo.
En general, es importante que los pacientes se tomen el tiempo necesario para recuperarse completamente antes de regresar al trabajo, ya que regresar demasiado pronto puede agravar la enfermedad o provocar una recaída. Si un paciente siente que aún no está completamente recuperado después de recibir un alta médica, debe acudir al INSS y solicitar un impreso de solicitud de revisión del alta médica emitida por la mutua. Tiene 10 días hábiles desde que la mutua emite el alta para presentar esta solicitud de revisión, aunque se recomienda que se haga el mismo día del alta.
