En todo proceso legal, la figura del procurador es esencial. Sin embargo, muchas veces se desconoce su función y se piensa que su papel es similar al del abogado. Es por ello que en este artículo queremos explicar qué es un procurador y su importancia en los procesos legales.
¿Qué es un procurador?
Un procurador es un profesional del derecho que tiene la función de representar a su cliente en los procesos judiciales. A diferencia del abogado, el procurador no se encarga de la defensa técnica del cliente, sino que actúa como su representante en el ámbito judicial. Es decir, el abogado asesora al cliente y elabora la estrategia legal mientras que el procurador se encarga de realizar los trámites y diligencias necesarios ante los tribunales.
¿Por qué es importante el procurador?
El procurador es necesario en gran parte de los procedimientos judiciales, ya que es el único que puede actuar en nombre del cliente ante el juez y presentar escritos y documentos ante los tribunales. Además, el procurador se encarga de notificar al abogado sobre las fechas de juicio, sentencias y otros actos procesales.
Relación del procurador con el abogado
El abogado es quien asume la defensa técnica del cliente y elabora la estrategia legal a seguir. El procurador, por su parte, se encarga de llevar a cabo las gestiones necesarias para la tramitación del proceso. Ambos trabajan juntos, ya que la comunicación entre el abogado y el procurador es fundamental para el buen desarrollo del proceso.
El apud acta
El apud acta es una figura jurídica en la que el procurador asume la representación del cliente ante el juez, y actúa en su nombre y por su cuenta, sin necesidad de que el cliente acuda a juicio. Este procedimiento se utiliza en casos en los que el cliente no puede asistir al juicio por motivos laborales, personales o de salud, por ejemplo.
Honorarios del procurador
Los honorarios del procurador se establecen en función de los aranceles establecidos por los colegios profesionales. Los aranceles se establecen en función del importe de la demanda, la complejidad del caso y otros factores.
En definitiva, el procurador es una figura fundamental en los procesos judiciales, ya que se encarga de representar al cliente y realizar las gestiones necesarias ante los tribunales. La relación entre abogado y procurador es clave para el éxito del proceso, y es importante tener en cuenta sus funciones y honorarios para evitar sorpresas en el futuro.