En el ámbito legal, es común que las personas confundan los términos «denuncia» y «demanda», pero en realidad son dos cosas muy diferentes.
La denuncia es el acto de informar a la policía o a las autoridades competentes sobre la comisión de un delito o una falta. Es decir, se trata de una comunicación que tiene como objetivo que se inicie una investigación y se identifique al presunto autor de los hechos. En el caso de Cataluña, la denuncia se puede presentar ante los Mossos d’Esquadra o la policía local, dependiendo de la jurisdicción.
Por otro lado, la demanda es un escrito presentado ante un juzgado o tribunal en el que se solicita la tutela judicial de un derecho o interés legítimo. Es decir, se trata de una reclamación de carácter civil que tiene como finalidad la obtención de una sentencia favorable que ordene el cumplimiento de una obligación, ya sea de hacer o de no hacer. En Cataluña, las demandas se presentan ante los juzgados de primera instancia o los juzgados mercantiles, dependiendo del ámbito de la reclamación.
Es importante destacar que la presentación de una denuncia no implica necesariamente la presentación de una demanda posterior. La denuncia se presenta con el fin de que se investiguen unos hechos, mientras que la demanda se presenta con el objetivo de reclamar un derecho o una obligación.
En definitiva, aunque ambos términos pueden parecer similares, denuncia y demanda tienen finalidades distintas en el ámbito legal. Por eso, es importante conocer la diferencia y elegir la opción adecuada según cada caso.